Vanessa Koutouan: «Hay niñas que trabajarÔn toda su vida la tierra por falta de oportunidades»
Vanessa Koutouan, Premio Harambee EspaƱa 2015 a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana por su trabajo como directora en el Centro Rural Ilomba, una iniciativa asistencial y educativa en Costa de Marfil, ha asegurado que en su paĆs la situación de pobreza podrĆa erradicarse Ā«en pocos aƱosĀ» porque hay Ā«niƱas muy listas que podrĆan llegar a ser grandes profesionalesĀ» pero que Ā«se quedarĆ”n toda su vida trabajando la tierra por falta de oportunidadesĀ».
Precisamente, para invertir esta tendencia, el Centro Rural Ilomba trabaja en la promoción e igualdad de la mujer costamarfileƱa. El centro nació en 1989 como resultado del impulso de los ciudadanos de Costa de Marfil que, alentados por el beato Alvaro del Portillo, sucesor de San JosemarĆa EscrivĆ” al frente del Opus Dei, montaron un pequeƱo dispensario.
Actualmente, este centro cuenta con un centro médico con un doctor, dos enfermeras y una matrona donde atienden a 700 personas a la semana y gracias al cual han logrado reducir un 30% la mortalidad, y con una escuela de Secundaria y Formación Profesional donde imparten enseñanza a un centenar de jóvenes sin recursos.
La educación en el Centro Rural Ilomba se dirige a las niñas porque, según ha explicado Koutouan, las familias costamarfileñas, cuando disponen de dinero para educación, lo invierten en la sus hijos varones y no en las niñas porque consideran que es una pérdida de tiempo educar a las mujeres si cuando se casen tendrÔn que cuidar de su familia.
«Muchas veces la mujer vive como una esclava pero vive feliz porque no se plantea algo mejor. De niña tiene que conseguir agua, trabajar en el campo. Después es obligada a casarse porque su familia necesita la dote para sobrevivir y mÔs tarde, tiene que mantener a sus hijos», ha explicado Koutouan, que ha añadido que allà la poligamia estÔ culturalmente admitida.
Frente a esta mentalidad, las responsables del Centro Cultural Ilomba acuden a hablar con las familias para explicarles que si sus hijas estudian, pueden conseguir un oficio –corte, confección, hostelerĆa–, ser independientes y ayudar a la economĆa familiar. Ā«El problema, muchas veces, no es el dinero sino la mentalidad de los padresĀ», ha matizado, al tiempo que ha subrayado que Ā«ayudar a la mujer africana supone ayudar a toda su familia y a toda la sociedadĀ».
En todo caso, también es importante el dinero para poder pagar la formación de estas niñas y, por ello, desde Harambee animan a la gente a colaborar pagando becas a estas jóvenes. Concretamente, con 50 euros se costea un año de formación profesional en la escuela de Ilomba y el desplazamiento.
En este sentido, Koutouan ha indicado que muchas alumnas deben levantarse a las 5,00 horas y caminar varios kilómetros para llegar a la escuela. AdemĆ”s, cuando llueve y los caminos se llenan de barro no pueden asistir porque el Centro Rural se encuentra ubicado en una zona muy pobre de difĆcil acceso, cerca de un pueblo llamado M’Batto-BouakĆ©, a 26 kilómetros de la capital.
AdemĆ”s, ha apuntado que lo que se podrĆa exportar de los africanos a EspaƱa es Ā«el ser feliz con lo que uno tieneĀ» sin Ā«querer mĆ”s todo el ratoĀ» porque eso, a su juicio, Ā«da alegrĆa un momentoĀ». Ā«Con lo que se tiene se puede vivir felizĀ», ha remarcado.
ZUCKERBERG Y SU IDEA DE INTERNET GRATUITO
Preguntada por la idea del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, de impulsar Internet.org para llevar la conexión gratis a paĆses que no cuentan con acceso a Internet, una iniciativa que expuso este lunes durante el Mobile World Congress de Barcelona, Koutouan ha indicado que el primer paso es tener Ā«electricidadĀ» porque cuando no disponen de ella, tampoco tienen agua y ha aƱadido que Internet vendrĆa despuĆ©s.
En esta lĆnea, el presidente de Harambee EspaƱa, Juan Luis RodrĆguez Fraile, ha indicado que le encanta la idea de Zuckerberg de Ā«un Internet gratuito al que uno pueda conectarse desde cualquier lugar del mundoĀ» pero ha advertido de que esto es Ā«muy tĆpico de la gente que quiere ayudar a Africa desde fuera de AfricaĀ».
AsĆ, ha puesto el ejemplo de una compaƱĆa alemana que hace unos aƱos envió al Hospital de Monkole, en Kinshasa, un aparato mĆ©dico muy sofisticado con la intención de colaborar pero sin darse cuenta de que en esta zona del Congo hay una temperatura de 40 grados y una humedad del 96% que iba a provocar que el aparato se estropeara. Por ello, ha insistido en el espĆritu de Harambee de que sean los propios africanos los que digan lo que necesitan y consigan desarrollar el continente.
Harambee financia mĆ”s de 50 proyectos en 17 paĆses del Africa Subsahariana, centrados sobre todo en la educación y la sanidad. AdemĆ”s, la asociación tiene como objetivo comunicar los valores de la cultura africana.