Con «el corazón puesto en la Natividad de Jesús y con la mirada dirigida hacia África», en palabras del director de orquesta Ernesto Monsalve, la Joven Orquesta Ciudad de Valladolid interpretó ayer por la tarde un concierto compuesto por piezas navideñas, organizado por la fundación Schola y Harambee, cuyos beneficios se destinarán a colaborar con el Hospital Monkole de Kinshasa (República Democrática del Congo) en la creación de tres dispensarios materno-filiales en barrios periféricos de la capital.
Más de 1.700 personas, entre las que figuraron la representante de la embajada de la R.D. del Congo Nadine Tchamlesso, abarrotaron el concierto, presentado por Cristina Alfaro y celebrado en la sala sinfónica de Centro Cultura Miguel Delibes.
El programa interpretado por la Joven Orquesta, en colaboración con el Ballet Joven Piluca Farto, de León, y la Coral Capilla Clásica, de Valladolid, estuvo compuesto en su primera parte por El cascanueces, de Tchaikovsky, adaptado por Monsalve y Farto, y una versión muy especial del primer movimiento de la Sinfonía de los juguetes, de Leopold Mozart, en la que un grupo de estudiantes de música menores de 12 años acompañó a la orquesta con juguetes de verdad.
La segunda parte estuvo dedicada por entero a u oratorio navideño inspirado en relatos bíblicos y con música basada en El Mesías, de Händel, y otras obras relacionadas con la Natividad. La parte dramatúrgica del oratorio, escrito por Monsalve y Juan Silverio, fue narrada por María J. Valero, Jerónimo Díez, Sara G. Aldonza y el propio Silverio.
Tras el concierto, en cuya financiación colaboraron la Junta de Castilla y León, la Diputación de Valladolid, el Ayuntamiento y diversas empresas, tomaron la palabra para cerrar el acto la Dra. Louise Lalu, colaboradora de Harambee R.D. del Congo, y la Dra. María José Soga, jefe de sección de neonanotología del Hospital Río Hortega y coordinadora de Harambee en Castilla y León.