El pasado 23 de abril el centro histórico de Girona aglutinó a muchísima gente que no quería perderse la esperada Diada catalana. Este año, al coincidir la fecha con Sábado Santo, habían surgido algunas voces que auguraban un Sant Jordi un poco descafeinado, pero los hechos desmintieron tales sospechas: los catalanes salieron a la calle para hacerse con rosas y libros, como en ediciones anteriores.

Harambee, por segundo año consecutivo en Girona, colocó un stand en la Plaça Catalunya, al lado de las concurridas Ramblas de la ciudad, localizaciones donde se sitúan la mayoría de puestos de libros y rosas.

Las rosas: todas, acompañadas de una espiga de trigo

A primera hora, el día despertó nubloso e incluso lluvioso a ratos; se temía que el tiempo jugara una mala pasada… La noche antes, por culpa de la lluvia, se tuvo que suspender la espera procesión de Viernes Santo, un clásico de Semana Santa en esta ciudad catalana. Ahora bien, a partir de las 10 de la mañana el cielo se despejó y el sol acompañó prácticamente el resto de la Diada, lo que favoreció que familias y grupos de amigos salieran a pasear. Al caer en día festivo se acercaron al stand muchos niños acompañados por sus padres. El momento álgido fue de 6 a 8 de la tarde. Algunos chicos compraban incluso 4 o 5 rosas: para la novia, la madre y las hermanas.

Vista general del stand de Harambee

En el stand, a parte de las rosas, se vendían pulseras de Harambee, llaveros y broches. Las niñas se interesaban por las pulseras: las miraban, probaban, comparaban… Pero, en general, los padres cedieron poco al deseo de las hijas. Las ventas fueron, principalmente, de rosas. Había también folletos informativos sobre la asociación y los proyectos de 2011. Bastante gente se interesó por la labor de Harambee y algunos hicieron donativos en una hucha solidaria.