Artículo de Ximena Bartolomé Tocino, Segunda Jefatura de la Embajada de España en Guinea Bissau y colaboradora de Harambee:

«Esto no son sólo fotografías. Son la prueba de una sonrisa de una emoción de una esperanza. Qué difícil es convencer. Yo era la más incrédula, hasta que vine a vivir a África. Desde Europa me sentía perezosa y pensaba que no tenía sentido ayudar a Africa, que eso era problema de los gobiernos. Al final veía a Africa muy lejos. Qué equivocada estaba. Cuando llegas lo primero que te arrebata no es solo el color de África del que habla Kapucinsky en su libro “Ébano”, no. Es la sonrisa con la que te reciben. Nos están esperando con los brazos abiertos.

Guinea Bissau es el 3º país más pobre del mundo (ocupa el puesto 175 de los 177 países que hay en el mundo). Y su PIB depende en un 70% de la ayuda externa. Con estos datos uno puede volverse pesimista y pensar “aquí no hay por donde empezar” Y sin embargo este sábado estuve visitando unos proyectos en una región. Sentimientos encontrados. Por un lado pena, lágrimas pero también mucha responsabilidad. Ellos están en esta situación por el hecho de haber nacido aquí a la hora y día que Dios quiso. Yo por el propio destino tengo otras circunstancias, otros privilegios, he tenido otra educación. Y por qué ellos no? Por qué ellos no acaban de salir adelante?

No es hora de preguntas retóricas. Es hora de actuar. El ver Ongs locales tan responsables sacando adelante con pocos medios y de manera voluntaria y altruista a tanta gente hace que se te encoja el corazón y sientas mucha responsabilidad. Cada uno la que pueda, económicamente, dar publicidad a sus necesidades, conseguir fondos, enviar voluntarios para formar profesores y médicos. Lo que sea pero algo hay que hacer.

Visitando estos proyectos también te llenas de motivación y esperanza. Pero porque ellos mismos te lo transmiten. Son tan agradecidos que una simple sonrisa o visita ya les has alegrado el día y quizá les has dado esperanza para un año: ¡alguien se acuerda de ellos!

Estas iniciativas no pueden caer en saco roto. Necesitan continuidad, proyecto de futuro. Y como la piedra que cae en el lago, las ondas se van haciendo mayores.

Al final hablamos de dignidad humana, de que tengan una ocupación, de que mejoren su calidad de vida. Te piden esto y poco más con sus miradas penetrantes y fijas, pero muy serenas. Saben que no te pueden exigir que les des nada pero cuánto te lo agradecerán.

Guinea Bissau es un país maravilloso, con gente muy parecida a nosotros. Muy cercana. En seguida te sientes en casa por cómo se vuelcan con cada visitante. Si solo pudiésemos devolverles ese calor humano y traducir nuestro interés en hechos concretos ellos se encargarán de llevarnos siempre en su corazón.

XB
Guinea Bissau, 25 de junio de 2008″