
La cercanía de las navidades, con sus reencuentros familiares y las muchas celebraciones que reúnen a amigos y conocidos, es también una ocasión para echar un vistazo a las necesidades de África. Y a veces no se trata de grandes campañas: basta con aprovechar la generosidad de los más allegados.
Esta es la filosofía que late detrás de una iniciativa surgida en el seno de Harambee Valencia. Se trata de incorporar al mobiliario tradicional navideño una simple hucha. En tiempos de crisis, ¿Quién no saca su cerdito para aunar unas pocas, o no tan pocas monedas?
A cada familia de habituales colaboradores de Harambee, se les hace entrega de una hucha. Esta se coloca en un lugar preferencial de la casa. Después basta con recordar periódicamente a los miembros de cada familia y a los visitantes de la misma, las necesidades de Harambee, sugiriendo luego no quedarse en un efluvio navideño y sumarse a sucesivas aportaciones periódicas. Los niños de la casa, y más en estas fechas, son habitualmente los más solidarios. El objetivo de Harambee Valencia es conseguir distribuir 200 huchas, y la iniciativa es extensible a comercios, empresas, etc.
Las huchas estarán en cada casa el tiempo que cada familia quiera, pero la campaña se extenderá hasta el mes de abril de 2009. En ese mes, Harambee organizará un acto de apertura «solemne» de huchas, con una fiesta/merienda familiar.