Se necesitan recursos para atender a más de 200.000 personas cada día.

Mons. Kimengich en la sede de Harambee España

El obispo Dominic Kimengich, titular de la diócesis católica de Lodwar, al norte de Kenia, tiene en su territorio uno de los mayores campos de refugiados en África, Kakuma Refugee Camp, con 200.000 personas. «Estas miles de familias son una realidad terrible que interpela nuestras conciencias, y pone a prueba la capacidad de la comunidad internacional de no olvidar y no ignorar», ha subrayado recientemente Mons. Kimengich a su paso por Madrid.

«Un obispo de la primera generación de cristianos»

Monseñor Dominic Kimenigh pertenece a la primera generación de cristianos del norte de Kenia. Nacido en 1961, el mismo año que los misioneros llegaron a la región de Turkana, se bautizó a los 17 años, después de haber estudiado en un colegio fundado por ellos. Fue el primer sacerdote de su tribu, y el primer obispo africano en su actual diócesis, Lodwa, después de dos obispos misioneros.

«La educación es la inversión más importante»

Su visita ha sido un pequeño paréntesis antes de volver a su labor. Allí le esperan 200.000 refugiados, sobre todo del vecino Sudán del Sur, y una población formada mayoritariamente por pastores nómadas que luchan por sobrevivir en una zona donde la última vez que llovió fue hace dos años.

Con un 10% de católicos de un total de un millón de habitantes, el primer obispo africano que dirige la diócesis ha asegurado que «la educación es la inversión más importante para un futuro digno, de forma que los niños tengan un acceso a la escuela, ya que solo el 30 por ciento está escolarizado».

 Durante su estancia en España, monseñor Kimengich se ha entrevistado con directivos de la ONG Harambee, Obras Misionales Pontificias y Entreculturas, en busca de ayuda para mejorar la atención sanitaria y la educación.