El pasado lunes, 23 de abril, a primera hora de la mañana el stand de Harambee se instaló, un año más, en la céntrica Plaça Catalunya de Girona, junto a otras entidades, asociaciones, floristas y libreteros. Todos, repartidos cerca o en las mismas Ramblas de la ciudad -junto al río Onyar- se volcaron en hacer del día una jornada festiva, aun siendo laborable.

El tiempo acompañó discretamente, ya que en algún momento el viento dificultó un poco las cosas… Pero no llovió; así que la gente puedo pasear tranquilamente la mayor parte del día. Y fue, sobre todo, por la tarde cuando las calles del centro histórico de Girona se llenaron completamente de familias, parejas de novios, grupos de amigos o colegas de trabajo.

Un transeunte se anima a colaborar

En esta edición, en el puesto de Harambee se vendían no sólo las tradicionales rosas rojas sino también amarillas, las cuales simbolizan amistad. Tuvieron mucho éxito y se acabaron enseguida.

Con cada rosa vendida se daba una pulsera solidaria, y esto hizo que algunas chicas recomendaran a sus amigas comprar la flor a Harambee. Lo cierto es que había muchísimos puestos de rosas, por lo que convenía diferenciarse.

También, como cada año, se daba información de los proyectos de Harambee en Africa Subsahariana a todos los que se interesaban.

El día se acabó tarde, puesto que a última hora todavía se vendían rosas a ejecutivos que salían tarde de la oficina y todavía no habían comprado la esperada rosa a su mujer y/o a sus hijas.