Daisy Nyawira Njeru

En esa exigente escuela secundaria, Daisy obtuvo todas las distinciones como la mejor alumna en la materia de química, por lo que no tuvo muchas dudas a la hora de elegir una carrera. El mayor obstáculo era la selectividad, una prueba a nivel nacional que aterroriza a todos los estudiantes, pero también la pasó sin dificultad.

Después de graduarse en Química, quiso empezar a trabajar de inmediato y consiguió un puesto como profesora de educación secundaria. “Esta experiencia me motivó a continuar mi formación para poder dedicarme al campo de la investigación”.

En 2010 se matriculó en un máster de investigación en química, pero era difícil compaginar los estudios con la maternidad por lo que no pudo terminarlo hasta 2015. Entonces se dio cuenta de que para avanzar en su carrera tenía que hacer el doctorado. Ahora tiene a dos prestigiosos científicos como directores de su tesis doctoral y “gracias a ellos, -comenta- he logrado varios resultados como investigadora, en química inorgánica”.

Su trabajo profesional lo realiza como científica investigadora en los Museos Nacionales de Kenia, dentro de la unidad de investigación de fitoquímica. “Estoy involucrada en la implementación de proyectos que cubren temas ambientales y análisis de plantas. En los últimos años se han descubierto propiedades de plantas para mejorar la salud en procesos cancerosos, aliviar dolores y eliminar problemas de hongos”.

¿Puede explicarnos más concretamente el proyecto y los beneficios que puede aportar a su país?

El proyecto explora cómo se puede utilizar la energía verde, en este caso la energía solar, para purificar el agua mediante un sistema de reactor fotocatalítico. Todos sabemos que el agua es un recurso crucial para toda la humanidad. Además, el proyecto toca materiales como fotocatalizadores y reactores que son componentes críticos para que estos sistemas funcionen correctamente. Es un trabajo de investigación que contribuye directamente al sexto objetivo de desarrollo sostenible que pretende poner el agua al alcance de todos. Mejor que nadie, siendo una mujer africana, conozco los desafíos del agua que está experimentando mi país y todo el continente africano, ya que el agua contaminada es uno de los problemas más frecuentes. Es muy importante conocer los sistemas de purificación de agua con energía solar factibles y rentables que pueden ser adoptados en lugares como Kenia. Espero aprender cómo generar modelos factibles de sistemas de purificación de agua que la población local pueda aplicar para abordar uno de sus mayores desafíos.

Para Njeru, no está resultando difícil porque ya había realizado investigaciones sobre temas similares antes

“De hecho, mis estudios de investigación de doctorado se centran en sistemas de purificación de agua con electrocalíticos alimentados por energía solar, con un interés especial en la reducción del cromo hexavalente cancerígeno tóxico, un contaminante importante que está presente en las aguas residuales de las industrias del cuero. Así que el tema de investigación que me están dando mis formadores en ISFOC encaja directamente con mis intereses y métodos de investigación actuales.

“En los últimos años, muchos proyectos de investigación se han centrado en las tecnologías de fotocatálisis ecológicas ya que -según nos advierte Njeru- “ofrecen una ruta sostenible y respetuosa con el medio ambiente para generar y almacenar energía. Esta es una solución a las crecientes demandas de energía que enfrentan muchas economías mundiales, incluida Kenia. Gracias a la beca voy a convertirme en el experto en tecnologías fotovoltaicas, en mi lugar de trabajo, y ayudaré a mis colegas a aprender los conceptos básicos de estas tecnologías que he practicado en ISFOC.  También programa de investigación me permitirá diseñar sistemas fotovoltaicos que sean prácticos, eficientes y factibles, algo que falta en países como Kenia, donde la energía solar es un recurso abundante, confiable y sostenible. También veo esta estancia de investigación como una oportunidad para establecer contactos y crear vínculos con expertos en mi campo y a quienes puedo explorar para futuras colaboraciones de investigación”.

¿Qué opina de Puertollano y su gente? ¿Qué es lo que más te ha sorprendido?

La gente de Puertollano es muy amable y, a pesar de la barrera del idioma, ya que apenas sé español, siempre encuentro personas dispuestas a ayudarme. Disfruto mucho de mis paseos por una ciudad tan segura, donde me siento como en casa. Una cosa que me ha sorprendido es lo mucho que dura la luz del día y lo tarde que se retira la gente. En Kenia, cuando llego a casa a las 7 de la tarde ya está oscuro y las niñas están a punto de irse a la cama. Me sorprende mucho ver que a las 9 de la noche todavía hay niños jugando en los parques. Otra cosa que me ha sorprendido mucho es el transporte público ya que hay horarios establecidos para los autobuses y todo está muy organizado. En Kenia los autobuses salen cuando están llenos. Aquí es muy fácil moverse cómodamente dentro y fuera de la ciudad.

¿Cómo le han ayudado las voluntarias de Harambee, sus compañeros de ISFOC y especialmente Jacinta, su compañera de piso?

Estoy muy agradecida con las voluntarias de Harambee por la cálida bienvenida que recibí al llegar. Desde entonces no han dejado de ayudarme en todo lo que he necesitado y orientarme sobre cómo ubicarme en la ciudad, al igual que mis compañeros del ISFOC. Jacinta ha sido como un ángel para mí. Cuando llegué me recibió con una comida típica de Kenia a pesar de que ella es de Nigeria. Ya me había ayudado mucho cuando estaba planeando mi viaje a España ya que ella llegó antes, y aquí me enseñó cómo obtener lo esencial, cómo ir a los supermercados, dónde se encuentra la iglesia, como ir al trabajo, Todo eso me ayudó a no sentirme tan nerviosa, luego en ISFOC me sentí bien recibida desde el primer día.

Antes de despedirnos, Njeru quiere darnos detalles sobre su país.

“Kenia -dice- está ubicada en la región de África Oriental y es famosa por su costa que alberga algunas de las mejores playas de África a lo largo del Océano Índico. Es conocida por sus paisajes únicos y parques de vida salvaje, que hacen del turismo su segunda fuente de ingresos, después de la agricultura. Uno de estos parques nacionales se encuentra dentro de Nairobi, su capital, y es conocido como el santuario de los rinocerontes, una especie animal en peligro de extinción, ya que solo quedan unos pocos en el mundo. Nairobi es una ciudad muy poblada, y su gente es muy amable y servicial. La mayoría de los residentes de la ciudad hablan inglés o swahili, el idioma nacional. En términos de transporte, Nairobi está bien comunicada por carreteras y ferrocarriles y ha estado experimentando un gran proceso de renovación en los últimos cinco años, acercándolos a los estándares mundiales. A pesar de estas mejoras, el sector del transporte público está bastante desorganizado ya que no existen regulaciones. Además, la ciudad se caracteriza por la congestión y los flujos de tráfico pesado, por lo que resulta complicado moverse de un lado a otro de la ciudad. Kenia es famosa por sus campeones mundiales de atletismo, especialmente en carreras de larga distancia. Me gustaría decir, que aunque la diversidad étnica y cultural es ahora una fuente de conflictos, también ha sido el origen de una cultura vibrante”.